Existe una hermosa leyenda que cuenta que el gato persa fue creado por un mago a partir de una chispa que saltó del fuego, el brillo de dos estrellas lejanas y un rizo de humo gris. Esta leyenda describe con bastante exactitud el aspecto y el temperamento del gato persa, pero la verdadera historia de esta raza no es menos interesante o menos misteriosa.
Entonces, ¿cómo apareció la mutación del pelo largo en un gato doméstico? Ninguno de sus contrapartes salvajes tiene el gen del pelo largo. Sólo el lince y el leopardo de las nieves tienen una capa un poco más larga debido a las condiciones ambientales de su hábitat. Es bastante difícil investigar los orígenes exactos de los gatos de pelo largo, pero lo más probable es que hayan tenido su origen en Persia, lo que es Irán actualmente. De allí Pietro della Valle trajo varios gatos exóticos de pelo largo a Italia, en 1620. Unos años más tarde, el erudito y naturalista Nicolas-Claude Fabri de Peiresc llevó gatos de pelo largo desde Angora, actual Ankara en Turquía, hasta Francia. Cuando los primeros gatos de pelo largo aparecieron en Inglaterra fueron llamados gatos franceses.
No se sabe exactamente si esos gatos eran de una misma raza. Actualmente se reconoce que existían varias razas de gatos con pelo largo en el Este. No es fácil responder a la pregunta de por qué un animal de países asiáticos calientes tiene el pelo largo, mientras la madre naturaleza por lo general ha dotado de pelo largo a los animales procedentes de países con climas severamente invernales.
Hay varias versiones con respecto al origen de los gatos con pelo largo. Algunas creen que entre los antepasados de la raza persa hubo gatos de pelo largo desde la Siberia, que en un principio fueron introducidos en Asia y sólo entonces fueron traídos a Europa Occidental. Otros creen que el pelo largo fue una mutación que le ocurrió a un gato de pelo corto en el Este, que luego se mantuvo en el proceso de domesticación y algún tipo de selección. Por lo que tanto los gatos que llegaron a Europa y a Siberia fueron creados en los países del Este.
Una tercera teoría sobre la raíces de las diferencias fenotípicas entre los gatos persas y otros gatos domésticos, sugiere que el aspecto fornido, las orejas amplias, así como la cabeza grande y redonda, están relacionados con el gato de Pallas, un gato salvaje que vive en Asia Central, tiene el pelo relativamente largo, la cara plana con ojos redondos y las orejas bajas. Sin embargo investigaciones recientes refutan esta teoría.
Estas son las diferentes teorías sobre el origen de los gatos persas, pero de todos modos, todas ellas apuntan a Irán, Turquía y Afganistán. Inglaterra es justamente llamada la segunda patria de los gatos persas, debido a los aficionados británicos que comenzaron a criar diferentes razas de gatos, principalmente, la raza de gato persa, en el siglo 19. Aunque ese fue el momento en que los gatos de pelo largo empezaron a diferenciarse en Turquía, con el cuerpo largo y flexible, pelo sedoso pero menos grueso y orejas puntiagudas, de los gatos persas, corpulentos, con la cabeza grande, redonda y orejas pequeñas, sólo los gatos azules de este último grupo fueron llamados persa, el resto eran llamados simplemente gatos de pelo largo.
Cada uno de los 50 colores de gatos con pelo largo se consideraba una raza aparte. Incluso hoy en día en Inglaterra el gato persa no es llamado “persa”, sino “de pelo largo” y cada variación de color se atribuye a una raza de gato separada. Los gatos persas llegaron a América en los años ochenta y pronto se convirtieron en una raza de gato muy popular. A diferencia de los clubes británicos, en los Estados Unidos todas las variaciones de color de los gatos de pelo largo fueron atribuidas a una raza de gato, “el gato persa”. Existen muchas variaciones de color para estos gatos, pero los que pueden exhibirse son los siguientes colores: colores sólidos, sombreados y ahumados, atigrados, particolores, bicolores.
Hoy sabemos que existen aproximadamente 150 variaciones entre la raza de gato persa y el gato persa contemporáneo, debido a los esfuerzos de muchos criadores. Los gatos persas antiguos tenían un rostro estrecho, las variaciones de color no eran tan ricas y el pelo no era tan espeso, en cambio el gato persa contemporáneo puede tener un pelaje de hasta 10 centímetros. Se podría decir que el gato persa moderno es el resultado de la cría selectiva de los criadores de gatos en diferentes países. Probablemente debido a este hecho hay varios estándares para la raza persa y muchas de las características todavía no se han establecido.
Muchos criadores estadounidenses dedicaron durante un tiempo sus esfuerzos para lograr crías donde se vieran reforzados los rasgos peculiares de la raza persa, es decir, estaban tratando de criar a un gato aún más corpulento, con la cabeza más redondeada y el hocico más plano. Como resultado, emergió una nueva variante, el persa extremo. Los primeros gatitos de ese tipo nacieron persas rojos y atigrados rojos, en la década de 1920. Aunque los veterinarios creen que la manifestación extrema de tales rasgos es perjudicial para la salud de los animales, ya que afecta específicamente su respiración, y a pesar de que los aficionados británicos se oponen a dicha cría, los persas extremos son muy populares en Estados Unidos y muchos países europeos.
Por otra parte, el gato persa contemporáneo se convirtió en el progenitor de una nueva raza, el gato exótico, una raza de gato de pelo corto que tiene todos los rasgos específicos de la raza persa con la excepción de la longitud de su pelo. Este es un híbrido con temperamento adorable y una excelente condición física. La raza fue creada por los criadores de gatos estadounidenses en los 1960s y reconocida oficialmente en 1984. Su pelo brillante y corto, aunque más largo que en otras razas de pelo corto, no causa ningún problema con el aseo.